jueves, 3 de marzo de 2011

El angolano tiene un problema serio de concepto con la palabra “Sí”.

Donde yo vengo la palabra “Sí” se usa, junto con la palabra “No”, para responder positiva o negativamente a preguntas que requieren de una pronunciación en uno u otro sentido. Así: ¿vienes esta noche a cenar? “Sí”. ¿Te gustan las aceitunas? “No”, y así hasta el infinito. Y después hay una tercera versión, "No lo sé o depende", cuando la cosa no está clara. Todos tienen claro esta cuestión, y no se crean confusiones.

En Angola la cuestión, aparentemente simple, se complica sobremanera. Para el angolano, cualquiera que sea su posición, “Sí” (o “Sim” en portugués) es la forma en que responder a cualquier tipo de oración, ya esta requiera de pronunciación o no. Así, ya le preguntes algo, le saludes, le des los buenos días, le expliques algo, etc; la respuesta será siempre la misma.

Y a modo de ejemplo, mi última situación:

Compras un coche. Llevas el comprobante de pago y toda la documentación necesaria al concesionario. Cogen todo y te dicen “venga usted el miércoles que el coche estará listo”. Tú, que volviste hace poco, y que por mucho que ya conozcas algo del carácter local, no dejas de haber vivido el 99% de tu vida con el primer sistema del que hablaba, te lo crees y vas con toda tu ilusión. Pero claro, llamas antes al tipo por teléfono que te dice…oh yesss!!! ” Sim, sim, no hay problema”. Llegas, preguntas por él, y primera sorpresa, te dicen que está de vacaciones. Uff, mal empezamos. A partir de ahí, te atiende otro comercial que te dice que el coche no está listo, previsible, y que vuelvas mañana, que falta la firma de no sé quién. ¿Seguro? Sim, sim. ¿Y tú qué haces? Pues te lo vuelves a creer, tus ganas de tenerlo y quitarte un problema de encima pesan mucho más que todo lo demás. El 2º día (ósea hoy) repites operativa, llamada incluida, y te presentas allí a la hora señalada. Hoy sí esta el 2º comercial, que directamente te lleva al despacho del que luego resultará ser el Director Comercial. Mal comienzo. La continuación a peor todavía. El tipo te pregunta “¿Qué quieres?”. Ahí se inicia una conversación en la que él te explica la imposibilidad de entregar el coche hasta….ohh yes!!! mañana; y tú le dices que te parece genial, pero que es la 2ª vez que vas allí para nada. Disculpas, promesas, y cada mochuelo a su olivo.

¿Y ahora qué? pues nada, mañana volveré, para esta vez sí, recoger el coche. Soy tozudo, sí señor!

¿Y para ti? ¿Qué significa “Sí”?

viernes, 11 de febrero de 2011

Desentumecemos las huellas dactilares...

Han pasado 4 meses y pico desde que volví de Angola, y ya iba apeteciendo volver a contar cosas. Contar cosas porque ya toca volver. Todo se ha demorado un poco más de lo previsto, pero ya iniciamos cuenta atrás. Los sentimientos ahora son encontrados. Tengo muchas ganas de volver y de ver a mucha gente, pero también hay un poco de sensación de vértigo. Vértigo porque uno nunca sabe como irán las cosas, y aunque ya conozca Angola y muchos de sus entresijos, ahora me vuelvo a otra cosa. Ahora me vuelvo sólo (me va a faltar un Ibon a mi lado). Ahora ya no seré becario, con todo lo bueno (falta de responsabilidad-si es que esto es bueno), o malo (infinita falta de motivación) que eso conlleva. Ahora ya no viviré en la villa, esa sub-realidad que tan fácil te lo ponía todo, incluso a veces, demasiado. Ahora casi todo será distinto, seguro que para mejor.

Pero ya habrá tiempo para hablar de todo eso. Por lo pronto, le doy la bienvenida a todo aquel que quiera volver a echarse unas risas de vez en cuando en este punto de encuentro. Espero les guste los cambios introducidos. Como todo buen ex-triunfito diría después de sacar su 2º disco “he querido que este 2º disco (véase, 2ª temporada del blog), sea más mío, con un toque más personal e íntimo”.

Besos, abrazos, y palmaditas en la espalda.