El angolano tiene un problema serio de concepto con la palabra “Sí”.
Donde yo vengo la palabra “Sí” se usa, junto con la palabra “No”, para responder positiva o negativamente a preguntas que requieren de una pronunciación en uno u otro sentido. Así: ¿vienes esta noche a cenar? “Sí”. ¿Te gustan las aceitunas? “No”, y así hasta el infinito. Y después hay una tercera versión, "No lo sé o depende", cuando la cosa no está clara. Todos tienen claro esta cuestión, y no se crean confusiones.
En Angola la cuestión, aparentemente simple, se complica sobremanera. Para el angolano, cualquiera que sea su posición, “Sí” (o “Sim” en portugués) es la forma en que responder a cualquier tipo de oración, ya esta requiera de pronunciación o no. Así, ya le preguntes algo, le saludes, le des los buenos días, le expliques algo, etc; la respuesta será siempre la misma.
Y a modo de ejemplo, mi última situación:
Compras un coche. Llevas el comprobante de pago y toda la documentación necesaria al concesionario. Cogen todo y te dicen “venga usted el miércoles que el coche estará listo”. Tú, que volviste hace poco, y que por mucho que ya conozcas algo del carácter local, no dejas de haber vivido el 99% de tu vida con el primer sistema del que hablaba, te lo crees y vas con toda tu ilusión. Pero claro, llamas antes al tipo por teléfono que te dice…oh yesss!!! ” Sim, sim, no hay problema”. Llegas, preguntas por él, y primera sorpresa, te dicen que está de vacaciones. Uff, mal empezamos. A partir de ahí, te atiende otro comercial que te dice que el coche no está listo, previsible, y que vuelvas mañana, que falta la firma de no sé quién. ¿Seguro? Sim, sim. ¿Y tú qué haces? Pues te lo vuelves a creer, tus ganas de tenerlo y quitarte un problema de encima pesan mucho más que todo lo demás. El 2º día (ósea hoy) repites operativa, llamada incluida, y te presentas allí a la hora señalada. Hoy sí esta el 2º comercial, que directamente te lleva al despacho del que luego resultará ser el Director Comercial. Mal comienzo. La continuación a peor todavía. El tipo te pregunta “¿Qué quieres?”. Ahí se inicia una conversación en la que él te explica la imposibilidad de entregar el coche hasta….ohh yes!!! mañana; y tú le dices que te parece genial, pero que es la 2ª vez que vas allí para nada. Disculpas, promesas, y cada mochuelo a su olivo.
¿Y ahora qué? pues nada, mañana volveré, para esta vez sí, recoger el coche. Soy tozudo, sí señor!
¿Y para ti? ¿Qué significa “Sí”?