El protagonista de la historia de hoy se llamaba Tuso, y lo conocimos en nuestro viaje en mokoro (pequeña canoa de madera) por el Delta del Okavango, en Botswana.
Os recogen en una lancha motora en el backpackers en el que os quedáis sobre las 7am. De ahí os llevan hasta otra zona donde se acumulan las canoas, y los guías locales se apelotonan para conseguir turistas a los que llevar. Tras esperar un rato sales con el tuyo, Tuso, un chaval de unos ventipocos años. Os llevan por entre los diferentes brazos del mismo. Una gran sensación de paz te invade inmediatamente, pero el sol pica de lo lindo y te vas achicharrando. Sobre la una, hacemos una parada. Aunque lleva más dos horas remando para vosotros, Tuso no parece estar cansado. Nos hace de guía para hacer un poco de trekking. “Si no voy con vosotros no sabríais como volver”, dice. En esa nos adentramos en el mato. Jaime y tú vais con vuestros zapatos cerrados, gorro, y agua. Él con unas chanclas rotas, y poco más.
- Hasta donde nos vas a llevar?
- Hasta donde queráis. Yo me paso todo el día andando desde que sale hasta que se pone el sol, así que depende de vosotros.
- Ok
No andáis tanto, quizás un par o tres de kilómetros, pero el calor aprieta y luego hay que dar la vuelta, así que le dices que os lleve debajo de algún árbol donde podáis descansar un rato y comeros los sándwiches que llevabais. Antes de sacar la comida, le ofreces agua, y te dice que no quiere por segunda vez. Al rato, vuelta sobre vuestros pasos. Ciertamente os hubiera sido muy difícil encontrar el camino de vuelta por vosotros mismos. Además, por muchas zonas no se podía pasar porque había demasiada agua.
Llegáis de nuevo junto a la canoa, y esta vez sí, acepta tu agua.
-Tuso, ¿estás cansado?
- No.
- ¿Alguna vez has estado cansado?
- Sí claro, sonriendo. (No se yo!!!)
Iniciáis vuestro camino de vuelta en la canoa, con paso previo por una zona de agua cristalina donde os pegáis un bañito muy rico. A las 15 30h os devuelve a la zona de canoas a la espera de que vuestra lancha os devuelva al backpackers. Habéis disfrutado de un entorno inigualable, pero ya hay ganas de volver y pegaros una ducha. Al día siguiente Tuso volverá a ver si algún turista precisa de sus servicios. Si no, se irá a pescar. No se le ve preocupado por el asunto. No parece que le falte nada de lo que necesita.
1 comentario:
Buena don José! Me encantaría haberte acompañado, de verdad.
Un abrazo!
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