Hace unas semanas descubrí un sitio donde jugar al baloncesto que está como a 10 minutos en coche de la oficina. Tras un primer intento fallido la semana pasada, ayer me cambié en la ofi y sobre las 6 de la tarde allí estaba para introducirme en el basket callejero de Luanda.
Cuando llegué ya había peña jugando a ambos lados de la cancha, aunque bastante jóvenes. Así que nada, me senté tranquilamente en la grada a esperar que se hiciera algún hueco y sobre todo que fuera llegando otra gente. Cuando ya casi me empezaba a cansar de esperar se me acerco un tipo alto con pinta de jugar y me dijo que si jugaba en su equipo. Sí claro. Antes de que nos tocara a mi equipo, yo ya empezaba a ver que allí se jugaba de otra manera. Total que entramos, y en la primera que voy a entrar me hacen falta, pero no la pito (acostumbrado a jugar a que las pita el que las hace) y se forma el primer revuelo, los de mi equipo diciendo que había sido falta y los otros que yo no había pitado nada. Ok, entienden que soy nuevo y nos dan la bola. Poco después 1ª hostia gorda. Un tipo me golpea con el codo en el mentón y empiezo a sangrar. Nada que hiciera peligrar mi vida, pero te empiezas a mosquear. El primer partido termina con derrota sin que me llegue a enterar muy bien de la película (no llego a tirar). Aquí el juego se basa en ir a toda hostia, nada de mover la bola, en dar hostias como panes, y mucha mucha confusao.
Te vas fuera a esperar tu próximo turno, y sigues asistiendo al espectáculo que allí se montan. Como en otros sectores de la vida, el angolano vive en un estado continuo de confusao cuando se reúne con otros. No juegan más de un par de minutos seguidos, cada tres o cuatro jugadas paran porque alguien pita una falta que otro dice que no es, o porque hace pasos..., y ¿Qué hacen? Pues cada parte se pone a dar vueltas a discutir la jugada con los que están fuera o entre ellos, pero todo con mucha calma, y entre tanto alguno de los de fuera pues aprovechan para entrar y tirar se unos tiros, y tú allí fuera flipando, y comenzando a desesperarte.
Al rato te toca volver a la pista. Te llevas hostias por todos lados, y antes de que puedas entrar en juego, y después deque el juego se pare 200 veces vuelves a perder. Aquí ya la frustración va aumentando y te empiezas a cagar en todo lo cagable. A favor de ellos hay que decir que les encanta hablar, discutir, payasear, perder tiempo...pero nunca se pican, todo de buen rollo.
Esta vez te toca esperar bastante más. ¿Por qué? En España como máximo se hacen tres equipos (los 2 de dentro y el que pierde fuera esperando), y la gente que llega después espera a que se creen huecos, básicamente para darle dinamismo al tema. Aquí el número máximo de equipos es directamente proporcional a los grupos de 4 que se vayan juntando fuera. Así que para volver a jugar tienes que ver 5 o 6 partidos (al que llegue antes a 10 puntos) con sus tropecientas mil interrupciones. En ese momento tu lado racional del cerebro te dice que te vayas a casa, que eso no hay quien lo aguante, que estás cansado...y el otro que No way chaval!! Has venido a jugar al baloncesto y todavía no lo hiciste, te esperas lo que haga falta. Gana la parte irracional claro está.
Cuando vuelves a jugar ya sí, gana tu equipo y encadenas varios partidos seguidos. Metes varias canastas, fallas otras, te llevas un manotazo en el ojo, pero te vas aclimatando a su forma de jugar, no queda otra. Juegas tanto tiempo seguido que empiezas a estar muy cansado, pero por no parar el juego te esperas a que termine el siguiente partido, hasta que uno, que ve que no puedes con tu alma, te dice ¿estás cansado? Sí claro, eu no sou angolano pá!! Te señala a un chaval que espera fuera, así que le dices que entre por ti. Esta peña podría estar jugando horas sin parar y al mismo ritmo, pero claro, son negros y sin un gramo de grasa en todo el cuerpo. Tú, ni una cosa ni la otra.
Hoy tengo algo de agujetas y el cuerpo dolorido, aunque ya estoy pensando en volver mañana. Antes, esta noche final de copa del rey. Tras la Europa League, y la sufridísima salvación de mi Málaga, me queda volver a celebrar un doblete 14 años después para cerrar la temporada fubolística. Veremos.
Un abrazo a todos.
Cuando llegué ya había peña jugando a ambos lados de la cancha, aunque bastante jóvenes. Así que nada, me senté tranquilamente en la grada a esperar que se hiciera algún hueco y sobre todo que fuera llegando otra gente. Cuando ya casi me empezaba a cansar de esperar se me acerco un tipo alto con pinta de jugar y me dijo que si jugaba en su equipo. Sí claro. Antes de que nos tocara a mi equipo, yo ya empezaba a ver que allí se jugaba de otra manera. Total que entramos, y en la primera que voy a entrar me hacen falta, pero no la pito (acostumbrado a jugar a que las pita el que las hace) y se forma el primer revuelo, los de mi equipo diciendo que había sido falta y los otros que yo no había pitado nada. Ok, entienden que soy nuevo y nos dan la bola. Poco después 1ª hostia gorda. Un tipo me golpea con el codo en el mentón y empiezo a sangrar. Nada que hiciera peligrar mi vida, pero te empiezas a mosquear. El primer partido termina con derrota sin que me llegue a enterar muy bien de la película (no llego a tirar). Aquí el juego se basa en ir a toda hostia, nada de mover la bola, en dar hostias como panes, y mucha mucha confusao.
Te vas fuera a esperar tu próximo turno, y sigues asistiendo al espectáculo que allí se montan. Como en otros sectores de la vida, el angolano vive en un estado continuo de confusao cuando se reúne con otros. No juegan más de un par de minutos seguidos, cada tres o cuatro jugadas paran porque alguien pita una falta que otro dice que no es, o porque hace pasos..., y ¿Qué hacen? Pues cada parte se pone a dar vueltas a discutir la jugada con los que están fuera o entre ellos, pero todo con mucha calma, y entre tanto alguno de los de fuera pues aprovechan para entrar y tirar se unos tiros, y tú allí fuera flipando, y comenzando a desesperarte.
Al rato te toca volver a la pista. Te llevas hostias por todos lados, y antes de que puedas entrar en juego, y después deque el juego se pare 200 veces vuelves a perder. Aquí ya la frustración va aumentando y te empiezas a cagar en todo lo cagable. A favor de ellos hay que decir que les encanta hablar, discutir, payasear, perder tiempo...pero nunca se pican, todo de buen rollo.
Esta vez te toca esperar bastante más. ¿Por qué? En España como máximo se hacen tres equipos (los 2 de dentro y el que pierde fuera esperando), y la gente que llega después espera a que se creen huecos, básicamente para darle dinamismo al tema. Aquí el número máximo de equipos es directamente proporcional a los grupos de 4 que se vayan juntando fuera. Así que para volver a jugar tienes que ver 5 o 6 partidos (al que llegue antes a 10 puntos) con sus tropecientas mil interrupciones. En ese momento tu lado racional del cerebro te dice que te vayas a casa, que eso no hay quien lo aguante, que estás cansado...y el otro que No way chaval!! Has venido a jugar al baloncesto y todavía no lo hiciste, te esperas lo que haga falta. Gana la parte irracional claro está.
Cuando vuelves a jugar ya sí, gana tu equipo y encadenas varios partidos seguidos. Metes varias canastas, fallas otras, te llevas un manotazo en el ojo, pero te vas aclimatando a su forma de jugar, no queda otra. Juegas tanto tiempo seguido que empiezas a estar muy cansado, pero por no parar el juego te esperas a que termine el siguiente partido, hasta que uno, que ve que no puedes con tu alma, te dice ¿estás cansado? Sí claro, eu no sou angolano pá!! Te señala a un chaval que espera fuera, así que le dices que entre por ti. Esta peña podría estar jugando horas sin parar y al mismo ritmo, pero claro, son negros y sin un gramo de grasa en todo el cuerpo. Tú, ni una cosa ni la otra.
Hoy tengo algo de agujetas y el cuerpo dolorido, aunque ya estoy pensando en volver mañana. Antes, esta noche final de copa del rey. Tras la Europa League, y la sufridísima salvación de mi Málaga, me queda volver a celebrar un doblete 14 años después para cerrar la temporada fubolística. Veremos.
Un abrazo a todos.
8 comentarios:
Espero que no acabes como yo. Por cierto el sábado fiesta en nuestra delegación a partir de las 12, si te apetece?
Jajajaja, me muero de la risa! Me ha encantado! Me alegro de que estés tan integrado aunque ya siento que no pudiera ser lo del doblete!
Un besazo guapo!
Canijo...tu no escarmientas, no? Me alegro de que te hayas aclimatado tan bien, pero machote... a qué precio...Ya te estas acostumbrando a mi forma de juego, tu sabes, dar leña, aunque yo no te hacia sangrar. Ten cuidado, chiquitin, que queremos que vuelvas enterito.
Un abrazo muy fuerte desde la ciudad del calor y del campeon de la Copa del Rey. Ya lo siento yo más que tu...
Besos.
Seguro que a lo largo del partido habrás escuchado algún "Branco asume!!"
Me acabo de echar unas buenas risas con nuestro amigo común y compañero de despacho Vasco, menudo crack el tío!!! Me ha contado sobre los tres y su compañero de pitillos Jacobo, y le han gustado mucho las fotos de tu blog. Te manda un grande abrazo como él dice!!!
Aver si algún organizamos algo los sufrido becarios Icex que han pasado por aquí, de hecho hay varios que por aquí siguen.
Un abrazo!!!
pd:y no, no lo escuche creo, será que ya asumía jaja
Al habla otro bolseiro de Angola. En el primer partidillo que jugué me dieron dos hostias. Antes de recibir la tercera le metí el codo en la cara a un tipo que venía un poco acelerado al rebote. Casi me linchan pero ya nunca más hubo una hostia a destiempo. Cuando vuelvas a jugar pega, que sino se crecen.
Échate unos copos con Vasco a su salud y la nuestra.
jajajaja, q peazo partío q echaste!!!!habria q verte sin verlas venir...las tortas digo..pero si tienes ganas de volver no sería pa tanto...o es por la necesidad de jugar....jejeje.
Sea por lo q sea se vé q te diviertes asi q disfruta del basket amigo!!!!
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