Hoy me toca hablar sobre algo que en realidad es muy difícil de explicar. Resulta que el 11 de julio de 2010, día que ya permanecerá en nuestras retinas para siempre, la Selección española jugaba su 1ª final de un mundial de fútbol. Yo, como otros muchos españolitos de mi edad, ya llevaba vistos bastantes mundiales con decepciones de España, empezando por el penalti de Eloy contra México en el 86, la nariz rota de Luis Enrique en el 94, el robo de Corea en el 04 o la derrota contra Francia en el 2008. En estas que, casualidades de la vida, justo en el año en que el mundial se celebra por 1ª vez en África, me toca trabajar como becario durante un año en Angola. Así que claro, no podía dejar pasar la oportunidad de asistir en directo. Ya el pasado mes de enero me compre las entradas de octavos y cuartos para de la misma pegarme una semana de vacaciones en Sudáfrica, y la de final porque como ya sabéis más vale 1 porsiaca que 100 penseques.
Así que nada, el sábado pasado me cogí mi vuelecito Luanda-Johannesburgo. Cuando llegué ya fui acogido por la comunidad becaria sudafricana (muchas gracias por todo) para comprobar que aún conmigo, éramos aplastante minoría entre tanta peña vestida de butanero. El domingo ya nos levantamos con un cosquilleo y un no me puedo para quieto de la hostia. Al mediodía nos ataviamos con todo el material de la roja en nuestro poder, y a comer para cargar energía. De la misma ya montamos el número un par de veces para Canal + Francia que andaba por allí. Nervios en aumento y para el estadio. El autobús nos dejó a un buen trecho, así que paseito calentando gargantas. A las 18h30 ya estábamos en el estadio. Espectacular por fuera y aún más por dentro. Vimos la ceremonia un poco de pasada, y de paso al mítico Mandela y nuestro no menos grande Rafa Nadal, ocupando el único palco del estadio que iba entero de rojo (que grande eres Rafa!!!!). La hora del partido se acercaba, y había que coger sitio.
Del partido poco que decir que no vierais todos mejor por la tele. Como en todos sitios supongo, cuando marco Andresito Iniesta, salto la locura total. Allí había mucha gente (partiendo del echo que los españoles éramos 4 gatos) llorando, abrazándose a diestro y siniestro y totalmente emocionada por la magnitud de lo que estábamos viviendo. Sólo tuvieron que pasar unos minutos más para confirmar lo que ya sabíamos, estábamos siendo testigos directos de un momento histórico que permanecerá para siempre en nuestra memoria.
Del como nos echaron a patadas del estadio la policía sudafricana mejor no hablar. De la celebración posterior nada que reseñar, en cualquier rinconcito de España se vivió mejor seguro.
El lunes a las 20h llegaba de vuelta a casa, justo a tiempo para sentarme junto a la tele y unirme en espíritu a esos millones de españoles que también les daban las gracias a nuestro equipo, el equipo de todos.
Así que nada, el sábado pasado me cogí mi vuelecito Luanda-Johannesburgo. Cuando llegué ya fui acogido por la comunidad becaria sudafricana (muchas gracias por todo) para comprobar que aún conmigo, éramos aplastante minoría entre tanta peña vestida de butanero. El domingo ya nos levantamos con un cosquilleo y un no me puedo para quieto de la hostia. Al mediodía nos ataviamos con todo el material de la roja en nuestro poder, y a comer para cargar energía. De la misma ya montamos el número un par de veces para Canal + Francia que andaba por allí. Nervios en aumento y para el estadio. El autobús nos dejó a un buen trecho, así que paseito calentando gargantas. A las 18h30 ya estábamos en el estadio. Espectacular por fuera y aún más por dentro. Vimos la ceremonia un poco de pasada, y de paso al mítico Mandela y nuestro no menos grande Rafa Nadal, ocupando el único palco del estadio que iba entero de rojo (que grande eres Rafa!!!!). La hora del partido se acercaba, y había que coger sitio.
Del partido poco que decir que no vierais todos mejor por la tele. Como en todos sitios supongo, cuando marco Andresito Iniesta, salto la locura total. Allí había mucha gente (partiendo del echo que los españoles éramos 4 gatos) llorando, abrazándose a diestro y siniestro y totalmente emocionada por la magnitud de lo que estábamos viviendo. Sólo tuvieron que pasar unos minutos más para confirmar lo que ya sabíamos, estábamos siendo testigos directos de un momento histórico que permanecerá para siempre en nuestra memoria.
Del como nos echaron a patadas del estadio la policía sudafricana mejor no hablar. De la celebración posterior nada que reseñar, en cualquier rinconcito de España se vivió mejor seguro.
El lunes a las 20h llegaba de vuelta a casa, justo a tiempo para sentarme junto a la tele y unirme en espíritu a esos millones de españoles que también les daban las gracias a nuestro equipo, el equipo de todos.
el estadio desde fuera
durante la ceremonia
calentando antes del partido
momento de los himnos
España esperando a subir por la copa con la roja ya puesta
2 comentarios:
tioooooooo, que te vi por la tele lo menos 4 veces, gritando como un campeon. Al principio no estabamos seguros de si eras tu o no, pero a la 2º vez estabamos todos pendientes (mis cuñados y cristina) y dimos fe de que se trataba de un malagueño en en quinto carajo viendo un momento historico. nos acordamos muchisimo de ti (sobre todo porque salias mas que Villa)te echamos muchisimo de menos. y pronto estaras aqui, te vas a perder la feria(esta vez mi primo se compromete a estar al menos el primer finde sin irse "cagando leches" y esto ultimo lo digo literalmente)pero bueno, ya sabes que la feria es siempre lo mismo, en realidad no te vas a perder nada nuevo. Un abrazo muy fuerte tio, y animo, que ya solo queda 78 dias escasos.
Jose!!! Me acordé muchísimo de tí durante todo el partido y te busqué cada vez que enfocaban a aficionados españoles, pero nada, no hubo suerte.
Me alegro muchísimo de que pudieras asistir a ese momento ÚNICO.
Muchos besos guapo!
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